Samantha caminaba tranquilamente por la orilla de la playa, como otro día cualquiera. Había acabado las clases y en la primera tarde de vacaciones, le apetecía estar totalmente sola.
Este último año, había vivido muchísimas cosas que nunca las olvidaría: su primer amor, el viaje de fin de estudios, aquella noche de fin de año etc. Se iba haciendo mayor y aquella niña tonta e inmadura se había convertido en una mujer de provecho. Había aprendido la lección a base de palos.
¡BIIP! Samantha cogió el móvil.
-¿Sí?
-Hola, Samantha.
-¿Quién eres?
-¡Soy yo, Bill!
-Hombre, cuánto tiempo sin verte. ¿Qué tal todo por Nueva Orleans?
-Muy bien, ya he cogido las vacaciones y estaré fuera de la oficina un mes.
-¿Vendrás a California?
-No sé muy bien lo que haré... quizás si... pero quizás no.
-¡Vente! Estoy deseando verte- le comunicó ella.
-Je,je,je no lo dudo... pero quiero pasar tiempo con Courtney.
-¿Courtney? ¡Es verdad, se me olvidaba! -se le formó un nudo en el estómago-. Tengo que colgarte, lo siento.
-Adiós, cuidate.
Bill y ella se habían criado juntos en un humilde barrio de Los Ángeles. Habían ido al instituto juntos y tenían la misma pandilla. Pero todo eso cambió, cuando él conoció a una de las animadoras del "East Hill"; Courtney Watson. Nunca pensó que su amigo pudiera enamorarse de una persona como ella. A partir de ese momento, Bill dejó de salir con sus amigos de toda la vida y de alejarse a su vez de Samantha. Al año, decidió irse a vivir con su pareja a Nueva Orleans; que era el lugar donde había nacido Courtney y donde tenía a su familia. Él encontró trabajo en una oficina de correos y ella decidió seguir con sus estudios.
Samantha nunca se había dado cuenta de que amaba a su mejor amigo, es más, muchas veces lo había tratado mal y le había hecho jugarretas... pero cuando Bill se convirtió en el novio de aquella animadora de pacotilla, todo cambió. Ella intentaba atraerlo y se pasa horas delante del ordenador por si se conectaba y así, poder hablar con él.
Aunque este último año; se había conseguido olvidar de él, ahora que la había llamado sentía muchas ganas de reencontrarse con él.
CONTINUARÁ...
Este último año, había vivido muchísimas cosas que nunca las olvidaría: su primer amor, el viaje de fin de estudios, aquella noche de fin de año etc. Se iba haciendo mayor y aquella niña tonta e inmadura se había convertido en una mujer de provecho. Había aprendido la lección a base de palos.
¡BIIP! Samantha cogió el móvil.
-¿Sí?
-Hola, Samantha.
-¿Quién eres?
-¡Soy yo, Bill!
-Hombre, cuánto tiempo sin verte. ¿Qué tal todo por Nueva Orleans?
-Muy bien, ya he cogido las vacaciones y estaré fuera de la oficina un mes.
-¿Vendrás a California?
-No sé muy bien lo que haré... quizás si... pero quizás no.
-¡Vente! Estoy deseando verte- le comunicó ella.
-Je,je,je no lo dudo... pero quiero pasar tiempo con Courtney.
-¿Courtney? ¡Es verdad, se me olvidaba! -se le formó un nudo en el estómago-. Tengo que colgarte, lo siento.
-Adiós, cuidate.
Bill y ella se habían criado juntos en un humilde barrio de Los Ángeles. Habían ido al instituto juntos y tenían la misma pandilla. Pero todo eso cambió, cuando él conoció a una de las animadoras del "East Hill"; Courtney Watson. Nunca pensó que su amigo pudiera enamorarse de una persona como ella. A partir de ese momento, Bill dejó de salir con sus amigos de toda la vida y de alejarse a su vez de Samantha. Al año, decidió irse a vivir con su pareja a Nueva Orleans; que era el lugar donde había nacido Courtney y donde tenía a su familia. Él encontró trabajo en una oficina de correos y ella decidió seguir con sus estudios.
Samantha nunca se había dado cuenta de que amaba a su mejor amigo, es más, muchas veces lo había tratado mal y le había hecho jugarretas... pero cuando Bill se convirtió en el novio de aquella animadora de pacotilla, todo cambió. Ella intentaba atraerlo y se pasa horas delante del ordenador por si se conectaba y así, poder hablar con él.
Aunque este último año; se había conseguido olvidar de él, ahora que la había llamado sentía muchas ganas de reencontrarse con él.
CONTINUARÁ...
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