La actriz nos cuenta algunas de sus experiencias rodando alguna de sus películas: "He tenido que estar delante de gente con la que me he dicho 'Oh, menos mal que sólo tenemos que grabar un par de escenas juntos".
Pero no todo han sido malos rollos, también hay buenos recuerdos: "He tenido suerte y las buenas experiencias superan a las malas, pero si que las puedo diferenciar. Cuando te llevas bien con esa persona trabajar con ella es adicción. Cuando no hay tan buen 'feeling' te resulta incómodo y tú misma te das cuenta de que finges y no va a salir una buena interpretación".
Ha reconocido que se alegra de haber dado los primeros pasos hace muchísimos años, cuando era una niña: "Si no hubiera empezado en esto cuando era muy pequeña, creo que no podría haberlo hecho ahora o en la adolescencia".
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