Esta vez no os voy a hablar de mis sueños, de mis ídolos, de Michael Jackson, de Bruce, o de cualquier otro artista que tenga idolatrado. Os voy a hablar del amor. ¿Qué se siente cuando se acerca y te mira fijamente y pronuncia tu nombre con ternura? Cuando él (en este caso) se acerca, sientes como se te revuelve el estómago, como te empiezas a poner colorada y cuando te llama, todo el mundo nota que lo quieres, porque te giras rápidamente.
Cuando charlas con él, intentas de averiguar si tu amado siente lo mismo por ti, ¡si es amor correspondido! Si ves que no le gusta hablar de tus sentimientos, empieza a bromear, seguro que funciona (eso no lo dudes). Si alguna vez te da una señal que te indica que te quiere y que eres la chica de sus sueños, ¿cómo reaccionas? Lo que nunca debes de hacer es hurgar en la herida, mejor que no sepa que has detectado esa pista. Nunca debes de dar pasos de gigante, espera a que él sea quien de esos pasos... por muy pequeños que sean.
Si por el contrario, una se siente que no es correspondida, ¡TRANQUILA!... todo llegará. Piensa que no te merece y que tu prícnipe azul llegará tarde o temprano. Dentro de poco tiempo, sabrás que no sentías demasiado amor por él y que no han merecido pena aquellas tardes que te pegabas en tu cuarto llorando sola y rabiando.
Saludos, Rockylux.
Cuando charlas con él, intentas de averiguar si tu amado siente lo mismo por ti, ¡si es amor correspondido! Si ves que no le gusta hablar de tus sentimientos, empieza a bromear, seguro que funciona (eso no lo dudes). Si alguna vez te da una señal que te indica que te quiere y que eres la chica de sus sueños, ¿cómo reaccionas? Lo que nunca debes de hacer es hurgar en la herida, mejor que no sepa que has detectado esa pista. Nunca debes de dar pasos de gigante, espera a que él sea quien de esos pasos... por muy pequeños que sean.
Si por el contrario, una se siente que no es correspondida, ¡TRANQUILA!... todo llegará. Piensa que no te merece y que tu prícnipe azul llegará tarde o temprano. Dentro de poco tiempo, sabrás que no sentías demasiado amor por él y que no han merecido pena aquellas tardes que te pegabas en tu cuarto llorando sola y rabiando.
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